febrero 20, 2025

Tres niñas pierden la vida tras comer panes envenenados en San Cayetano

Entre gritos y lágrimas, los padres de tres menores de edad encontraron a sus hijas sin vida dentro de su domicilio en el municipio de El Bosque, Chiapas. Las pequeñas, quienes la noche anterior habían consumido pan envenenado, fueron encontradas sin signos vitales, a pesar de que sus padres pidieron auxilio a paramédicos, quienes lamentablemente no pudieron hacer nada para salvarlas.

El pan envenenado, destinado a eliminar perros callejeros, fue ingerido por las menores sin que sus padres pudieran evitarlo. Horas después, las niñas perdieron la vida, y la familia se encargó de velarlas y darles cristiana sepultura.

El trágico suceso ocurrió en la comunidad San Cayetano, en el municipio de El Bosque, al norte del estado de Chiapas. Los habitantes del lugar confirmaron que las tres niñas murieron tras comer el pan envenenado. El juez de paz y conciliación indígena del municipio tomó conocimiento del hecho y notificó a las autoridades de la Fiscalía para iniciar la investigación correspondiente.

Se reportó que las menores fallecieron en las primeras horas de la mañana del jueves. Los padres no pudieron hacer nada para salvarlas, y hasta el momento se desconoce quién arrojó el pan envenenado. Mientras tanto, las pequeñas permanecen siendo veladas en el hogar familiar. Este lamentable suceso ocurrió debido al descuidado y la falta de vigilancia sobre las menores, quienes, sin saberlo, consumieron el pan envenenado.

El juez de paz levantó las diligencias correspondientes y notificó a la Fiscalía de Justicia de Distrito. Sin embargo, los indígenas tsotsiles, respetando sus usos y costumbres, impidieron que los cuerpos fueran trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) para practicar la necropsia de ley, asegurando que se harían cargo de los cuerpos y que las menores recibirían cristiana sepultura en el panteón de la comunidad de San Cayetano.

Por su parte, Protección Civil hizo un fuerte llamado a la población para evitar arrojar comida envenenada a la vía pública, especialmente en áreas donde juegan niños. Las autoridades continúan investigando este trágico evento, y hasta el momento se desconoce la identidad de la persona que arrojó el pan envenenado. Los pobladores expresaron su tristeza por este descuido y lamentaron que, por primera vez, se registrara un hecho tan trágico en la comunidad.