Muere Jesús Santrich: las disidencias de las FARC confirman el fallecimiento del comandante guerrillero en territorio venezolano
El grupo disidente de las FARC al que pertenecía el comandate guerrillero alias Jesús Santrich confirmó este martes su muerte en territorio venezolano.
Según un comunicado del grupo guerrillero, Santrich, de 53 años y cuyo nombre real era Seuxis Paucias Hernández Solarte, murió «en una emboscada ejecutada por comandos del ejército de Colombia el 17 de mayo».
Diferentes medios colombiano manejan versiones diferentes: unos dicen que murió en un enfrentamiento con otro grupo de la disidencia de las FARC, otros que fue abatido por mercenarios y también se habla de que cayó en una operación del Ejército venezolano.
Los gobiernos de Colombia y Venezuela aún no confirmaron el hecho ni las causas.
Santrich, excomandante de la guerrilla de las FARC y quien llegó a asumir como miembro oficial de la Cámara de Representantes del Congreso de Colombia tras la firma del acuerdo de paz en ese país, estaba buscado por Interpol.
Santrich estuvo detenido desde el 9 de abril de 2018 hasta el 30 de mayo de 2019, acusado dos veces por la Fiscalía de Colombia y con un pedido de extradición de Estados Unidos por una acusación de narcotráfico.
Su liberación se produjo en medio de una larga controversia entre las instituciones judiciales colombianas y el rechazo del gobierno de Iván Duque.
El guerrillero accedió poco después al Congreso colombiano gracias al acuerdo de paz de 2016, que estableció que el entonces partido político Fuerza Alternativa Revolucionario del Común (ahora bajo el nombre Comunes) se beneficiaría de manera automática con diez escaños para el periodo 2018-2022.
Sin embargo, poco después de asumir, a mediados de junio de 2019, desapareció y su paradero hasta ahora era desconocido.
Desde entonces se creía que estaba en territorio venezolano con uno de los grupos de la disidencia de las FARC que tras el apoyo inicial pasó a oponerse al acuerdo de paz en Colombia.
El 29 de agosto de 2019, Ivan Márquez y Santrich, que fueron parte del equipo de las FARC que negoció la paz con el gobierno colombiano, anunciaron desde la clandestinidad su regreso a las armas alegando supuestos incumplimientos de lo pactado por parte del Estado.
Desde marzo el Ejército venezolano mantiene inusuales combates con grupos armados colombianos entre los que se cree que está la disidencia de las FARC, que hace unos días capturó a ocho soldados venezolanos.
Esos enfrentamientos en la frontera entre Venezuela y Colombia, motivados supuestamente por el control de economías ilegales, han provocado el desplazamiento de miles de venezolanos al lado colombiano.
El gobierno de Caracas, acusado por Colombia de tener vínculos con las FARC, fue pieza clave en los acuerdos de paz. Además, el presidente Nicolás Maduro ha mostrado simpatías en el pasado por Iván Márquez y Santrich.
El gobierno colombiano dijo durante la jornada estar investigando la presunta muerte de Santrich, pero aún no confirmó el hecho ni las causas.
Las disidencias de las FARC culparon directamente al gobierno de Duque.
«Sucedió en la Serranía del Perijá, zona binacional fronteriza, entre El Chalet y la vereda Los Laureles, dentro de territorio venezolano», dijo la guerrilla en su comunicado.
«La camioneta donde viajaba el comandante fue atacada con fuego de fusilería y explosiones de granadas. Consumado el crimen, los asesinos le cercenaron el dedo meñique de su mano izquierda. Unos minutos después, cerca del lugar, rápidamente, los comandos fueron extraídos en un helicóptero de color amarillo rumbo a Colombia».
Seuxis Paucias Hernández Solarte estuvo 25 años en la exguerrilla, a la que ingresó con 27 años. Eligió Jesús Santrich como nombre de guerra en homenaje a uno de sus mejores amigos, que murió asesinado.
Perdió la vista hace una década debido a una enfermedad degenerativa que se le detectó desde la juventud.
Después de estudiar Derecho, se incorporó al movimiento armado en 1991 y fue subiendo poco a poco en el escalafón de las FARC. Se mantuvo sublevado en armas hasta 2016, cuando se firmó el acuerdo de desarme con el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos, y regresó a ellas en 2019.