Moody´s mantiene la misma calificación para México.
Señaló que el deterioro de los balances fiscales tiende a seguir acotado y que la caída pronunciada de la economía podrá revertirse en el mediano plazo.
Moody’s afirmó la calificación de Baa1 de México, “a pesar de evidencia en la erosión de algunas de las métricas de crédito”, por considerar que el deterioro de los balances fiscales seguirá acotado y que la pronunciada caída de la economía se revertirá en el mediano plazo.
Añadió que, en una acción relacionada, Moody’s Investors Service afirmó la Calificación en Escala Global en Baa1, mientras mantuvo la perspectiva negativa en esa calificación.
La acción de la calificadora mantiene a México tres niveles por arriba del grado de inversión y el acceso a los mercados financieros internacionales en condiciones favorables, tanto para el sector público como el privado, señaló Hacienda en un comunicado.
“El deterioro en las cuentas fiscales ha sido limitado, y es probable que continúe siendo limitado, en parte como consecuencia de la austeridad fiscal adoptada durante la crisis”, dijo la calificadora en un comunicado divulgado horas después de que las autoridades de Hacienda rindieran el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre.
En segundo lugar, continuó Moody’s, la pronunciada contracción económica, en parte provocada por la austeridad fiscal del gobierno, será probablemente revertida, con el crecimiento a mediano plazo regresando a su tendencia pre-pandemia, apoyada en el corto plazo por crecimiento robusto en Estados Unidos.
Entre los factores que podrían producir un alza o baja de calificación soberana, Moody’s mencionó que la evidencia de que el crecimiento a mediano plazo se podría estabilizar en un nivel menor a 2% presionará la calificación a la baja.
A ese respecto, Hacienda reiteró las diversas iniciativas estratégicas trabajadas en conjunto con el sector privado desde el inicio de la administración, como la aprobación del T-MEC, la reforma laboral en 2019, la reforma de pensiones en 2020 y, recientemente, la reforma a la regulación del outsourcing.
Así como la colaboración de los sectores público y privado para reactivar la inversión, mediante 67 proyectos de infraestructura en marcha por un monto de inversión de 2.3% del PIB.
“En este sentido, la reactivación de la inversión privada tras la pandemia se refleja en un crecimiento cercano al 30% entre el segundo y cuarto trimestre de 2020”, apuntó la dependencia.
Moody’s añadió que también podría llevar a una rebaja de calificación una mayor posibilidad de que los déficits fiscales lleven a un incremento en deuda más pronunciado, ya sea por un apoyo financiero a Pemex por encima de lo que ya está considerado en el escenario base de Moody’s, o debido a un deterioro de los ingresos gubernamentales.
Sobre ese punto, Hacienda refrendó la estrategia iniciada en 2019 para el fortalecimiento de Pemex, que es el mayor contribuyente del presupuesto federal, como una inversión de mediano y largo plazo, la cual ha permitido estabilizar la producción petrolera y aumentar las reservas durante 2019 y 2020, luego de años de caídas consecutivas, al tiempo que se han preservado finanzas públicas sanas.
“Como resultado, en 2020 Pemex contribuyó al erario público con cerca de 600 mil millones de pesos, en el peor año para la industria petrolera desde 1933”, subrayó la dependencia.
Finalmente, la calificadora apuntó que un incremento de los pasivos contingentes de México, vía vehículos de finanzas estructuradas o con operaciones fuera del balance, podrían impactar la fortaleza general del soberano y llevar a una acción de calificación negativa.
Hacienda subrayó que la decisión de Moody’s está en línea con las ratificaciones de Fitch y S&P emitidas a finales del año pasado, con lo que las tres agencias han reconocido el robusto historial de efectividad de las políticas macroeconómicas.