La NASA enfocará sus esfuerzos en combatir el cambio climático.
La agencia espacial ya nombró a un asesor climático y ya trabaja en misiones para medir los cambios en las nubes, las precipitaciones, y los cambios en la masa de la Tierra a medida que se seca el agua subterránea.
La NASA es conocida históricamente por las exploraciones científicas espaciales. Sin embargo, bajo la presidencia de Joe Biden en Estados Unidos, la agencia ha manifestado que tiene la intención de aumentar su participación como un actor clave en el estudio de la Tierra, especialmente con interés a combatir el cambio climático.
“Biden dejó en claro que el clima es una prioridad y hay un papel de la NASA en eso”, señaló a Nature Waleed Abdalati, director del Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencias Ambientales en Colorado. La agencia espacial ya tomó cartas en el asunto y en los últimos meses nombró a su primer asesor climático y aumentó el trabajo en misiones clave para estudiar cómo está cambiando la Tierra.
La NASA, es solo una de las diferentes agencias federales de Estados Unidos a las que Biden pidió priorizar el cambio climático, sin embargo, diferentes expertos reconocen que su colaboración en el monitoreo y defensa contra la emergencia ambiental es fundamental pues durante años ha sido líder en descubrimientos. Su historia de observación de la Tierra se remonta a 1960.
La agencia espacial además ya ha trabajado con organizaciones como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los EE. UU. (NOAA), que realiza el monitoreo de la predicción meteorológica nacional. De igual forma, la NASA ejecuta satélites que miden la pérdida de las capas de hielo y el dióxido de carbono de la atmósfera; recopila datos sobre el cambio planetario y financia investigaciones climáticas como estudios de modelos climáticos. “Nuestro papel central es comprender cómo está cambiando el sistema de la Tierra”, dijo a Nature Karen St. Germain, directora de la división de ciencias de la Tierra de la NASA en Washington DC.
La NASA también a intentado poner en marcha algunas misiones climáticas que medirían los cambios en las nubes, las precipitaciones, y los cambios en la masa de la Tierra a medida que se seca el agua subterránea. Un informe estimó que estos proyectos podrían costar entre US $ 300 millones y $ 800 millones cada una, y sugirió que podrían ser factibles incluso con presupuestos ajustados. El presupuesto anual de ciencias de la Tierra de la NASA es de los $2 mil millones aproximadamente.