noviembre 15, 2024

Estafadores en fuga tras ser descubiertos en Yucatán

Las falsas financieras que han estafado a cientos de yucatecos en los últimos meses no dudan en recurrir a la amenaza cuando sus clientes comienzan a sospechar de algo irregular o protestan por la exigencia de dinero antes de la supuesta liberación de un préstamo.

Pues lea muy bien su contrato”, es una frase muy utilizada por los representantes de esa red de defraudadores, según testimonios recabados por Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia.

ampoco ha faltado la fuga apresurada de alguno de esos delincuentes al ser sorprendido en sus actos ilegales.

En semanas recientes, como ya publicamos ampliamente, las “empresas” Aricent Servicios (Capital Montejo) e Integral Financial Proyects han sido blanco de numerosas denuncias que están en manos de la Fiscalía General del Estado (FGE).

Esas firmas fraudulentas operaban en oficinas rentadas y aparentemente sus “ejecutivos” principales ya no están en Yucatán, pero siguen en contacto con algunas de sus víctimas por vía telefónica, a quienes no dejan de extorsionar.

El martes pasado publicamos el caso de un comerciante que estaba interesado en un crédito de un millón de pesos, por el cual pagaría —según la promesa que le hicieron— una tasa de interés de 7% anual.

Cadena de depósitos

Un “ejecutivo” de Aricent Servicios que dijo llamarse Alfredo García le informó que le habían autorizado 970,000 pesos, pero antes debería depositar $90,000 por concepto de fianza o “saldo promedio”.

Una vez entregado ese dinero lo remitieron a Integral Financial Proyects. Lo atendieron “Gerardo Rodríguez” y “Alejandro Alcocer”. El primero le indicó que, por sus buenas referencias financieras, le podrían aumentar el préstamo a dos millones de pesos, con la misma tasa de interés.

Sin embargo, debía depositar otros $110,000 como “complemento de fianza” y $68,000 por “gastos administrativos”.

Le proporcionaron la cuenta bancaria para el depósito, a nombre de C&A Transportes Diversos. Una vez consumada la transacción, le dijeron, se le transferirían los dos millones de pesos.

Con préstamos de amistades, el comerciante reunió la cantidad. Una vez realizado el depósito —que elevaron su aportación total a 268 mil pesos— se presentó ante “Gerardo Rodríguez” y “Alejandro Alcocer”, quienes le indicaron que solo faltaría un pago de $98,000, por “seguro de vida”.

El cliente protestó y dijo que no estaba en condiciones de hacer nueva entrega de dinero. Los defraudadores le “aconsejaron” que hiciera el pago porque de lo contrario podría perder todos sus recursos. Y de inmediato la amenaza: “Pues lea muy bien su contrato”.

Supuestamente el contrato excluye de responsabilidades a las “financieras”.

Un contrato “chafa”

El comerciante buscó asesoría de un abogado, quien le hizo notar que el contrato no tiene validez y que la supuesta empresa firmante no está debidamente constituida ni reúne otros requisitos de ley.

Entonces el afectado se dirigió a las oficinas de Integral Financial Proyects, en la avenida Yucatán, y lo atendió “Alejandro Alcocer”. Ante las reclamaciones, éste se comenzó a mostrar muy nervioso y realizó varias llamadas telefónicas.

El cliente le indicó que no se movería del lugar hasta que le devolvieran su dinero. El “ejecutivo” respondió que no habría problema, que le cumplirían con la devolución, y entró a su despacho, pero poco después salió corriendo, se dirigió al estacionamiento y, de acuerdo con el informante, abordó el automóvil placas YWE-862-C, que ya lo esperaba. En el mismo vehículo estaba la “secretaria” de la “empresa”.

Momentos después llegaron otras personas que también han sido estafadas. Se dirigieron a la administración del edificio (número 555) y una persona que se identificó ante ellos como el dueño dijo que es ajeno a los hechos, pues solo rentó las oficinas (Continuará).

Denuncia Víacrucis

Víctimas de falsas financieras se enfrentan a muchos problemas de índole legal.

En la indefensión

Además de que pierden dinero, no es fácil que acrediten los delitos en su contra porque las empresas fraudulentas tratan de no dejar rastro, las firmas que aparecen en los documentos no están acompañadas de nombres y los supuestos ejecutivos nunca muestran su identidad real. En esas condiciones, los “contratos” que suscriben no tienen validez.

Registros locales

Uno de los afectados, a quien despojaron de más de $260,000, ha aportado a la Fiscalía General del Estado incluso las placas y características del vehículo en que se dieron a la fuga representantes de una de las defraudadoras. Cuatro meses después no se conoce algún avance en la investigación. Las placas del automóvil son locales.

¿Y los contratos de renta?

Un dato importante al que pueden tener acceso las autoridades son los contratos de arrendamiento que firman los delincuentes, pues se supone que se realizan ante notario público y con la identificación del arrendatario.