El presidente de El Salvador anuncia el cierre de tres cárceles
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció este viernes 16 de abril del 2021 el cierre de tres prisiones ubicadas en zonas urbanas para su posterior demolición y construcción de infraestructuras culturales y educativas. Se trata de cárceles en los departamentos de Sonsonate (oeste), Metapán (noroeste) y La Unión (este), cuyos reos serán reubicados en otros centros penales, indicó el mandatario en Twitter.
«Estos serán demolidos y construiremos infraestructuras culturales y educativas para nuestros jóvenes», sostuvo el mandatario. Añadió que, junto al cierre de otra cárcel en Chalatenango (norte) en diciembre de 2019, «nos permitirá llevar más oportunidades» y «quitar estos obstáculos para la creación de nuevos polos de desarrollo». De acuerdo con el Ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, se trasladarán a más de 500 reos de estas prisiones y «esto no significa en ningún momento hacinamiento».
«Estamos cerrando tres centros penales, generando el traslado de más de 500 internos a las diferentes instalaciones penitenciarias con cupos suficientes para poder soportar este movimiento», apuntó Villatoro. Las autoridades de seguridad salvadoreñas no han detallado si en estas prisiones se encontraban únicamente miembros de las pandillas o reos civiles. De acuerdo con cifras del portal de transparencia de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), las diferentes cárceles del país albergaban a 36 515 presidiarios, cuando su capacidad es de 30 864 cupos.
El 6,6 % de estas personas están presas por el delito de homicidio agravado y el 5,9 % por extorsión agravada, siendo estos los cargos que más personas llevan a la cárcel en el país, de acuerdo a datos actualizados al 8 de febrero pasado. Las cárceles salvadoreñas también albergan a 127 guatemaltecos, 127 nicaragüenses, 109 hondureños, 47 colombianos, 44 ecuatorianos, 14 mexicanos, entre otros. Un informe del World Prison Brief señala que El Salvador, aunque es una de las naciones más pequeñas de América Latina, es la segunda del mundo, después de Estados Unidos, con la mayor tasa de personas en prisión por cada 100 000 habitantes.
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