noviembre 15, 2024

Cumbre para salvar a África de la asfixia financiera

Unos treinta dirigentes africanos y europeos se reúnen este martes en París con las principales organizaciones económicas internacionales para intentar salvar a África de la amenaza de asfixia financiera después de la pandemia.

África es un continente que se ha librado relativamente del coronavirus, con solo 130.000 muertos contabilizados por covid-19, de un total mundial de casi 3,4 millones de fallecidos. Pero la pandemia la ha desangrado económicamente.

La reunión de París se organizó a iniciativa de Francia. Comienza a las 11H00 GMT y contará con dos sesiones: una sobre «financiación y tratamiento de la deuda» pública y la otra sobre «el sector privado africano».

La idea de esta «Cumbre sobre la financiación de las economías africanas» surgió en 2020, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó que el continente se exponía a un déficit de financiamiento de 290.000 millones de dólares (239.000 millones de euros) para 2023.

El crecimiento del continente, que el año pasado experimentó su primera recesión en medio siglo debido a la pandemia, debería repuntar 3,4% en 2021 y 4% en 2022. Y una moratoria en vigor desde abril de 2020 sirvió de balón de oxígeno para los países africanos más endeudados.

Pero esto no basta. Las deudas públicas y la pobreza se disparan en el continente: en 2021, 39 millones de africanos podrían caer en la pobreza extrema, según el Banco Africano de Desarrollo (BAFD).

En el frente epidémico, «sólo una victoria total, que incluya plenamente a África, podrá acabar con esta pandemia», advirtieron 18 dirigentes africanos y europeos a mediados de abril.

Estos dirigentes piden una «moratoria inmediata en todas las deudas externas (…) hasta el final de la pandemia» y más ayuda al desarrollo. Quieren asimismo que el FMI asigne Derechos Especiales de Giro (DEG) a los países africanos para suministrarles «la liquidez indispensable para la compra de productos básicos y de material médico esencial».

Los países que los necesiten pueden convertir estos DEG en divisas sin generar una deuda adicional.

Hay acuerdo para emitir DEG por 650.000 millones de dólares (535.000 millones de euros). Estados Unidos se ha declarado a favor de ello a finales de marzo, pero queda por ver cuánto se destinará a los países africanos.

Estos DEG se distribuyen en función de las cuotas de cada país en el FMI: la mayor parte es para los países más ricos. Teóricamente África solo recibiría 34.000 millones de dólares (28.000 millones de euros).

Por eso se debatirá la idea de que los países desarrollados reasignen sus preciados DEG a los Estados más pobres.

Otra solución, defendida por Costa de Marfil, consiste en revisar las cuotas para garantizar que los países africanos estén mejor representados en el FMI y, así, puedan acceder mejor a este instrumento de financiación.

Francia también quiere movilizar la inversión privada para financiar las inmensas necesidades de desarrollo del continente.