noviembre 15, 2024

CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL DE COFECE CONTRA SENER.

23 junio 2020.- El pasado 15 de mayo, la secretaría de energía emitió un acuerdo que limita el despacho de energías renovables que en México es producida principalmente por operadores privados, acuerdo que emite la política de confiabilidad, seguridad, continuidad y calidad del sistema eléctrico nacional.

 

Ante ello, la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) anunció este lunes que interpuso una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) contra la política de confiabilidad, seguridad, continuidad y calidad de servicio eléctrico nacional aprobada por la secretaría de energía por considerar que violenta los principios fundamentales de competencia y libre concurrencia.

En palabras de Alejandra Palacios Prieto, presidenta de la COFECE, “La política de confiabilidad afecta de manera grave la estructura económica del sector de electricidad, ya que elimina la posibilidad de que este opere en condiciones de competencia y eficiencia, así como los términos dispuestos en el conjunto del marco normativo vigente del país para este sector”.

Con esta política, la SENER, dependencia dirigida por Rocío Nahle, pretende ampliar el uso de centrales eléctricas, propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), aún y cuando algunos “especialistas” opinan que al gobierno le importa poco lo que diga la COFECE ya que, para ellos, el mensaje que envía Nahle, Secretaria de Energía, es que no le interesa la competencia sino imponer su ideología, y según ellos estas medidas benefician a un monopolio que es la CFE, sin embargo, en palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador, “hay una sola empresa, Iberdrola, que tiene 20 plantas de generación de energía eléctrica” y además domina casi la mitad del mercado de energía eléctrica privada en México. Tal pareciera que para estos “especialistas” la Comisión Federal de Electricidad, empresa productiva del estado mexicano, es tóxica para al país y sus habitantes, mientras que las empresas privadas extranjeras son las salvadoras de la energía eléctrica del país.