Chiapas, un lugar para unir tu espíritu con la naturaleza
El espíritu de Chiapas se manifiesta bajo el cobijo de la Madre Naturaleza, desde la costa, con sus impresionantes manglares, hasta las montañas más altas, donde el bosque de niebla aguarda con su pacífico misterio.
Esta tierra es bendecida con paisajes que tus ojos tienen que ver. Dirige tus pasos a las reservas naturales de Chiapas, prepárate para entrar en contacto con la naturaleza y observar la vida en su estado más puro. Con suerte, podrás conocer a alguno de los auténticos moradores de estos santuarios, abre bien los ojos, prepara la cámara y pon atención, que ahí habitan especies que no podrás encontrar en ningún otro lugar del mundo.
La Encrucijada, Chiapas
Este santuario costero cuenta con una amplia red de esteros y canales donde se puede practicar un turismo respetuoso y de bajo impacto, con actividades variadas como el paseo en kayak a través de los túneles de manglar. El municipio de Acapetahua es uno de los anfitriones de esta reserva, ya que es en este municipio donde se encuentra uno de los embarcaderos desde donde podrás iniciar la aventura.
En el recorrido se pueden observar tortugas y, quizá, cocodrilos, mientras disfrutas de los hipnotizantes sonidos que el viento, las hojas y las aves producen en conjunto.
La Encrucijada está constituida por una serie de esteros, que desde siempre han sido un importante punto de la ruta migratoria de aves acuáticas de Norteamérica, así como el hogar de especies en peligro de extinción y endémicas que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, y que cualquier fotógrafo de naturaleza desearía poder retratar. Otro de los tesoros de este laberinto verde son sus manglares de hasta 30 metros de altura, considerados los más altos del Pacífico Americano.
Un atractivo adicional para los amantes de la libertad es recorrer a pie su bosque, donde podrás entrar en contacto con las especies que aquí encuentran refugio; además, en esta región está localizado Chantuto, una isla donde restos de conchas y metate dan pie a su historia. Según estudios arqueológicos, aquí se asentó una civilización de ancestros y, se presume, fue la primera civilización en la zona, aparentemente establecida hacia el 7 mil 500 A.C.
Dentro de la Reserva se encuentran el Centro Ecoturístico Costa Verde, el Centro Ecoturístico El Ballenato y el Centro Ecoturístico las Conchitas, por mencionar algunos, con servicios de hospedaje y alimentación.
La Reserva de la Biosfera La Encrucijada de noche se transforma. Por suerte, se puede hacer camping, y acostarse boca arriba en la noche para observar las estrellas es impresionante. Dependiendo de la temporada, podrías unirte a las caminatas guiadas hacia uno de los centros tortugueros de la zona y observar el nacimiento de algunos ejemplares.
La Encrucijada es el hábitat de distintos animales como oso hormiguero, iguanas verde y negra, jaguar, cocodrilo americano, cigüeña americana, pericos ala amarilla y frente naranja, armadillos, zorra gris, boa, tortuga golfina, entre otras especies. Entre la flora del lugar podemos encontrar el famoso mangle rojo, con sus 30 metros de altura, pero también hay blanco y negro, además de botoncillo.