CHAYOTEROS EN EL AUTOMOVILISMO
Las redes sociales son la mejor forma de hacer publicidad y de llegar en pocos minutos al público deseado e influir en ellos, debido a esto se ha generado que una gran ola de personas ven en esto una oportunidad de negocio fácil, pues cada quien elige el tema del que quiere hablar, no se demuestra con algún título de estudio los conocimientos sobre los temas de los que hablan y no hay una regulación o registro de aquellos que se dedican a este tipo de negocios.
Ejemplo claro y actual, es el caso de Manuel Bravo de la Vega, autonombrado “El Mamax” quien se vende como el “Gurú del automovilismo” aunque en realidad pareciera ser un farsante, pues todos los comentarios e información que comparte es conocida, a veces obvia y en cualquier otro medio se puede encontrar.
Con el solo hecho de escuchar y ver sus redes sociales, las personas se dan cuenta que lo único que hace es manipular la información de tal modo que al hablar de diferentes marcas es tendencioso y únicamente resalta lo bueno de las que le pagan y lo negativo de las que no cooperan con la causa para pagar los lujos que según él se merece por “conocer” de autos.
Otro aspecto a resaltar de sus farsas es que la cantidad de seguidores que según tiene (13 mil), en ninguna de sus publicaciones alcanza más de 100 me gusta o más de 70 comentarios, lo que indica que los supuestos seguidores son falsos, la información no le llega a nadie y el robo es descarado; así que estimado lector no se deje engañar por supuestos especialistas que lo único que hacen es cobrar.
Quienes han confiado en las palabras de este supuesto influencer, realmente ¿conocerán el tipo de persona en la que depositaron su confianza?, las marcas que han realizado un pago por la publicidad ¿les ha beneficiado?, ¿hubo el efecto esperado?; recordemos que las personas que se muestran como personas públicas, deben conducirse con ética y responsabilidad y en este caso es evidente que estos dos aspectos los desconoce por completo.
