Marruecos desmiente a González Laya: no hay contactos con España

Exteriores se enfrenta al problema de la vuelta de de Ghali: «Esperamos que cumpla con la Justicia»

Si la entrada del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España para ser atendido en un hospital de Logroño ha derivado en la mayor crisis diplomática con Marruecos de los últimos años, el Gobierno se enfrenta ahora a la gestión de su salida, con Rabat al acecho, advirtiendo de que la situación «empeorará» si no rinde cuentas ante la justicia española. Ghali tiene abiertas dos causas en la Audiencia Nacional. El juez le ha citado a declarar el próximo 1 de junio pero podría volver a Argelia, si mejorara su estado de salud, porque no se han dictado medidas contra él. Y tampoco se espera que lo haga tras su comparecencia porque la instrucción está en fase muy embrionaria.

Pero esa cita y el momento en que reciba el alta son fechas claves para esta crisis. En una entrevista en RNE, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, aseguró hoy que una vez recuperado «se termina nuestro compromiso humanitario y él volverá a su país, pero tiene unas causas pendientes y esperamos que cumpla con sus obligaciones con la justicia española». El dirigente se enfrenta a dos querellas por delitos de genocidio, torturas y terrorismo, entre otros.

En una situación normal su regreso a Argelia podría aliviar la tensión pero Marruecos focaliza ahora la crisis en este punto: en que se adopten medidas judiciales.

El ministro de Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, defendió en una entrevista en la emisora francesa Europa 1, que si Ghali sale como entró (libre) España se enfrenta a una «ruptura de las relaciones». Un paso en la amenaza vertida el viernes por la embajadora que apuntó a un empeoramiento de la crisis. «Le toca ahora España encontrar una solución», dijo Bourita, que además hizo público que «no hay ningún contacto con España», a pesar de que González Laya lleva días manteniendo que existen líneas abiertas con Rabat.

Hoy mismo sostuvo que existen «muchas conversaciones, de manera discreta, como tiene que ser». Su homólogo lo desmintió: «Contrariamente a lo que dice la señora ministra, no». La relación entre ambos nunca ha sido buena y esto complica aún más la búsqueda de una solución.

Laya reiteró su voluntad de «reconducir la relación» porque somos dos países «interdependientes» y alabó el papel de la UE. Bourita defendió en los micrófonos franceses -París es un gran aliado de Rabat- que el problema no es con Bruselas sino con España. Desde Francia aseguran que tratan de restablecer el diálogo entre Marruecos y Madrid.